¿Qué es el Trastorno de la Personalidad Narcisista?

El Trastorno de Personalidad Narcisista (TPN) se caracteriza principalmente porque la persona que su sufre, tiene un sentido desmesurado de la propia valía, una necesidad profunda de atención y admiración, y una importante falta de  empatía hacia los demás.

Sin embargo, detrás de esta máscara de arrogancia y seguridad, hay una autoestima muy frágil que es muy vulnerable a la crítica.

Es un trastorno que causa muchos problemas en muchas áreas de la vida de la persona,  (trabajo, escuela, amigos, pareja, etc.).

Es por ello que en el siguiente post trataré de explicar en qué consiste el TPN, cuáles son sus principales síntomas; los factores de riesgo de inicio y mantenimiento del problema y cuál es el tratamiento de elección más adecuado para abordarlo.

Síntomas y criterios diagnósticos:

Según el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, (DSM V), la característica esencial del Trastorno de Personalidad Narcisista (TPN), es un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía, que se inicia durante la edad adulta temprana.

Más concretramente, se puede diagnosticar TPN, cuando la persona presenta 5 (ó más) de los siguientes síntomas:

  1. Sentimientos de grandeza y prepotencia.
  2. Fantasías de éxito y poder.
  3. La persona cree que es «especial» y que sólo merece relacionarse con personas “especiales” como ella.
  4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.
  5. Siente que es merecedora de recibir un trato especial por parte de los demás.
  6. Manipula y se aprovecha de los demás para conseguir sus objetivos.
  7. Carece de empatía: no reconoce los sentimientos y necesidades de los demás.
  8. Envidia a los demás y cree que los demás le envidian a ella.
  9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes y de superioridad.

Por norma general, la persona narcisista suele enfadarse mucho cuando siente que no recibe el reconocimiento, la atención, los elogios o el trato de favor que cree merecer.

Estas personas creen con toda firmeza, que son seres superiores, especiales y únicos y que los demás tienen la obligación de «adorarlos» y vivir a su servicio.

Por ejemplo, pueden asumir que ellos no tienen por qué esperar en una cola, o que sus necesidades son tan importantes, que los demás deberían dejar de hacer cualquier cosa para atenderlas a ellas con prioridad y se irritan mucho cuando esto no sucede, (hecho que les lleva a tener muchos problemas  interpersonales).

En realidad, exigen una atención y admiración excesiva, porque su autoestima es tan frágil, que necesitan reforzarla a través del reconocimiento externo.

Muchas veces incluso se victimizan o muestran un encanto especial para conseguir la atención que necesitan de los otros, o manipulan su imagen en busca de cumplidos piropos o “me gustas”.

Por otro lado, las personas con TPN, suelen envidiar el talento, los éxitos y los privilegios de los demás y creen que ellos son merecedores de dichos logros.

En la reuniones sociales, no soportan que otras personas reciban elogios por sus logros, con lo que enseguida cambian el foco de atención de la audiencia hacia los suyos propios.

Por otro lado, y debido a su falta de empatía, la persona narcisista no escucha a los demás. De hecho, asume, que son los demás los que deberían escucharla a ella todo el rato y estar totalmente preocupados por su bienestar.

Es por ello que en las reuniones sociales suelen acaparar cualquier conversación, manteniendo monólogos sobre sus propias necesidades, preocupaciones e intereses de una forma egoísta e inapropiada, sin reconocer los sentimientos, preocupaciones, necesidades e intereses de los demás.

Es más, cuando los demás hablan de sus preocupaciones o problemas, no les prestan atención o suelen mostrarse impacientes y despectivos con ellos.

Por otro lado (y debido también a su falta de empatía), son ajenos al dolor que pueden suscitar con sus críticas hacia otras personas vulnerables (p. ej., pueden jactarse de los fallos o defectos de alguna persona enferma o con discapacidad y quedarse tal cual).

En definitiva, estas personas esperan recibir todo el tiempo una gran atención, dedicación y admiración por parte de los demás, sin tener en cuenta las necesidades de los demás.

Como no todo el mundo está dispuesto a aguantar su carácter arrogante, prepotente y egoísta, las personas con TPN tienden a entablar amistades o relaciones de pareja sólo con personas que estén dispuestas a satisfacer constantemente sus necesidades y a ayudarle a conseguir sus objetivos.

Al contrario a lo que podría parecer, estas personas tienen la autoestima muy baja con lo que son muy sensibles a la crítica.

Asimismo muestran muy baja capacidad para tolerar la frustración. Por ello cuando sienten que alguien les critica o les ignora, se sienten fuertemente humillados y atacados y pueden llegar a reaccionar con mucha rabia y a contraatacar de manera desafiante.

Factores de inicio y mantenimiento del problema:

Como ocurre con el resto de los trastornos mentales, el TPN no se origina por una sola causa concreta, sino por varias, que interactúan entre sí. Algunos factores de riesgo conocidos, son los siguientes:

-Biológicos: numerosos estudios demuestran que las personas con TPN presentan menos cantidad de materia gris en la ínsula izquierda, (una parte del cerebro relacionada con la capacidad de compasión, la empatía y la regulación emocional).

-Ambientales:

-Estilo educativo parental disfuncional, que puede ser:

  • Sobreprotector: falta de límites y predominio excesivo de halagos e indulgencia.
  • Autoritario: falta de cariño, predominio de frialdad emocional y control excesivo sobre el niño.

Prevalencia y curso:

El TPN es más frecuente en los hombres que en las mujeres.

Se estima que la prevalencia de este trastorno oscila entre el 2% y el 16% en la población clínica y que cada vez se diagnostica más.

Suele iniciarse durante la adolescencia o adultez temprana y al igual que la mayoría de trastornos de la personalidad, su curso es crónico, pero la intensidad de sus síntomas suele disminuir con el paso de los años.

Comorbilidad:

El Trastorno de la Personalidad Narcisista puede aparecer comórbido junto al Trastorno Bipolar, la Anorexia Nerviosa, los trastornos por consumo de sustancias, y con los Trastornos de la Personalidad Histriónica, Límite, Antisocial y Paranoide.

Tratamiento psicológico:

El tratamiento del TPN es difícil ya que el paciente no es consciente de su problema y muchas veces creerá que no le pasa nada o que conoce mejor las técnicas terapéuticas que el propio terapeuta.

La Terapia Cognitivo Conductual de Tercera Generación, (Terapia de Aceptación y Compromiso, Terapia Dialéctico Conductual; Terapia Centrada en los Esquemas, etc.) está mostrando su eficacia para el abordaje de este problema, ya que ayuda a la persona a aprender a relacionarse con los demás de una manera más adaptativa. Para ello se trabajan determinadas habilidades sociales, (como la asertividad, la empatía, la compasión, etc.), así como los esquemas y creencias disfuncionales, (de grandiosidad, de necesidad de aprobación, perfeccionismo, etc.), de manera que se le proporciona a la persona una comprensión mayor y más realista de las necesidades propias y ajenas.

Hasta aquí mi explicación sobre el Trastorno de la Personalidad Narcisista.

Espero que esta información pueda resultar de interés y ayuda.

Os doy las gracias por vuestra atención y hasta el próximo post!!

Referencias bibliográficas:

-American Psychiatric Association (APA). (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5, 5ª Edición. Madrid: Editorial Médica Panamericana

-Roepke, S., Vater, A. (2014). Narcissistic Personality Disorder: An Integrative Review of Recent Empirical Data and Current Definitions. Curr Psychiatry Rep 16, 445

-Terrés-Lozano, M. (2019). Caso clínico: investigación sobre el trastorno narcisista de la personalidad y las relaciones interpersonales.

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