¿Qué son las alteraciones cromosómicas?

Muy buenas a todos!

Hoy me gustaría hablaros de las alteraciones cromosómicas, de algunos de los síndromes que pueden producir y sus principales características.

Este es un tema muy complejo, y no es mi intención profundizar demasiado en él, (porque no soy una experta en genética), pero sí trataré de explicarlo de la manera más sencilla posible, pero sin perder el rigor científico que el tema requiere…

Vamos allá!!

En primer lugar, debe quedar claro que existen dos tipos de alteraciones cromosómicas: las que afectan al número de cromosomas y las que afectan a la estructura de los cromosomas.

Estas alteraciones, pueden deberse, bien a errores durante el proceso por el cual se forman los óvulos y los espermatozoides (meiosis), o bien, a errores que se producen durante las primeras divisiones del cigoto, (mitosis).

Pero empezamos por el principio del todo!!….

-Un óvulo contiene 23 cromosomas (22 cromosomas + otro cromosoma sexual que siempre es X).

-Un espermatozoide contiene 23 cromosomas, (22 cromosomas+ otro sexual que puede ser X o Y).

Cuando el óvulo y el espermatozoide se unen con la fecundación, aparece una nueva célula, (el cigoto), que tendrá 46 cromosomas (los 23  del óvulo + los 23 del espermatozoide). Si los cromosomas sexuales que heredamos son XX, entonces seremos niñas y si heredamos el par XY, seremos niños.

La mayoría de personas nacen con 46 cromosomas, pero hay ocasiones en las que se dan alteraciones en los procesos de división celular que dan lugar a las alteraciones cromosómicas.

Para poder hacer un buen diagnóstico de las alteraciones cromosómicas, es necesario conocer muy bien el cariotipo (o conjunto de cromosomas de la persona).

Si en el cariotipo, la persona presenta una cantidad mayor o menor de 46 cromosomas, entonces presenta una «aneuploidía», (una alteración cromosómica que afecta al número de cromosomas).

Un ejemplo de este tipo de alteración cromosómica, sería el Síndrome de Down. En este caso, la persona presenta en su cariotipo tres cromosomas 21, (en vez de dos), por tanto, presenta, “trisomía del cromosoma 21”. Por tanto esta persona sería aneploide, porque tendría 47 cromosomas en lugar de 46.

Otra alteración diferente, es la monosomía, es decir, cuando la persona solo tiene 1 cromosoma de un determinado par.  En este caso, la persona también sería aneuploide, porque en lugar de tener 46 cromosomas tendría 45 .Estos casos, en los que se da un déficit de cromosomas, suelen ser más graves, que aquellos en los que se dá un exceso.

Otra alteración diferente a la aneuploidía, es la «triploidía». En este caso, la persona nace con 69 cromosomas. Esto ocurre cuando el ovocito es fecundado por dos espermatozoides a la vez, con lo que se crea un cigoto con 3 dotaciones cromosómicas (23+23+23=69). Sin embargo la mayoría de las veces que esto ocurre, se produce un aborto espontáneo, debido al gran desequilibrio genético que supone.

¿Cuáles son los factores de riesgo asociados a una aneuploidía?

Pueden ser tanto biológicos como ambientales y entre ellos podemos destacar los siguientes:

1) Edad de los padres. Cuanto mayor es la edad de los padres, más le cuesta a las células hacer la meiosis y, por tanto habrá mayor riesgo de formar gametos aneuploides.

Esto dependerá mucho de la dotación genética de cada uno y del estilo de vida que cada uno lleve, pero de manera general, los genetistas advierten que suele existir riesgo de aneuploidía en mujeres, a partir de los 35-38 años de edad.

2. Herencia: es cuando alguno de los padres está afectado por una alteración cromosómica y la transmite a su descendencia.

3. Determinadas enfermedades: la anemia, la diabetes mellitus insulino-dependiente, la hipertensión arterial o el distiroidismo, también pueden producir daño cromosómico.

En cuanto a los factores de riesgo ambientales, las alteraciones cromosómicas pueden ser causadas por: radiaciones ionizantes; quimioterapia; la administración crónica de determinados fármacos (como el diazepam); algunos tóxicos, (como pesticidas organofosforados); o el consumo excesivo de sustancias, (como drogas, fármacos, alcohol, nicotina, cafeína, etc.).

EJEMPLOS MÁS FRECUENTES DE ANEUPLOIDIAS

El síndrome de Down.

Como ya hemos comentado, la persona con síndrome de Down, tiene 47 cromosomas en su cariotipo, (en lugar de 46), porque presentan una trisomía en el cromosoma 21, (es decir presentan un cromosoma 21 de más, en cada una de sus células).

¿Cómo se produce esto?…

Pues existen diferentes formas de que se produzca.

-Por «trisomía regular». Esta alteración puede ocurrir porque se haya producido un error durante la meiosis, por el cual, alguna de las células reproductoras de uno de los progenitores (óvulo o espermatozoide), tengan un cromosoma 21 de más. Esto dará lugar a un cigoto con 47 cromosomas, (en lugar de 46), y a partir de esta célula inicial, se formarían todas las demás células del bebe, (es decir, todas las células del bebe tendrían 47 cromosomas cada una).

-Por «mosaicismo». En este caso, no todas las células de la persona tienen el cromosoma 21 extra. El mosaicismo es mucho menos frecuente que la trisomía regular y, como no todas las células están afectadas por la trisomía, los síntomas son menos severos.

-Por «translocación del cromosoma 21 sobre el 14». En estos casos, uno de los progenitores es «portador de la enfermedad», (es decir, no tiene síndrome de Down pero posee una anomalía en la estructura de sus cromosomas que transmite a su descendencia). Esta anomalía consiste, en tener un cromosoma 21 normal y otro cromosoma 21 unido al 14. En este caso, cuando se formen sus gametos, éstos tendrán un cromosoma 21 de más (el que va unido al 14) y por tanto cuando se una al gameto del otro progenitor, dará lugar a la trisomía.

Características morfológicas, fisiológicas y psicológicas propias del síndrome de Down.

Aunque estas características varían notablemente de unas personas a otras, se podrían generalizar en las siguientes: ojos ligeramente sesgados; pelo liso; manos pequeñas; baja estatura; hipotonía muscular; determinados problemas de salud; y retraso en el desarrollo físico e intelectual.

Como ya hemos comentado, éstas características suelen ser menos acentuadas en el caso de los “mosaicos” ya que, en estos casos, el número total de células afectadas por la trisomía, es menor.

Síndrome de Klinefelter.

Estas personas tienen un cariotipo 47 XXY y, por lo tanto, fenotípicamente son varones, pero como tienen una X “extra”, presentan algunas características femeninas.

El síndrome se produce por una “no disyunción” de los gonosomas durante la división meiótica.

Las principales características de este síndrome pasan desapercibidas durante la infancia y empiezan a observarse durante la pubertad, ya que, los chicos con este problema, secretan muy bajos niveles de testosterona con lo que desarrollan hipogonadismo y el desarrollo de sus características secundarias masculinas es muy limitado. Por ejemplo, presentan poco pelo en la barba o en el pecho; no presentan entradas o calvicie; tienen las caderas anchas y los hombros estrechos; presentan atrofia testicular; y suelen mostrar esterilidad y ginecomastia, (es decir, presentan unos pechos, desarrollados, como los de una mujer).

En cuanto a las características cognitivas y conductuales, suelen presentar un C.I. ligeramente inferior a la media, inmadurez, timidez, problemas de aprendizaje y de adaptación social, incluso depresión, alucinaciones auditivas o esquizofrenia.

Monosomía X o síndrome de Turner

En este caso, la persona presenta un cariotipo con 45 cromosomas (45X–). Es decir, tienen un único cromosoma X y por lo tanto, les falta un cromosoma sexual. En el 90% de los casos, el cromosoma que falta es el Y, con lo que fenotípicamente son mujeres.

Su origen es debido a la «no disyunción» de los cromosomas sexuales durante la meiosis o bien a la pérdida del cromosoma Y, durante una de las fases de la división celular.

Algunas características propias de este síndrome serían la presencia de un desarrollo limitado de los caracteres sexuales secundarios, (mamas poco desarrolladas, falta de caderas, escaso vello genital, amenorrea, infertilidad), así como baja estatura, aspecto infantiloide y un cuello muy corto y ancho, con repliegue de piel e implantación baja del cabello.

En la infancia suelen presentar  Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que en la mayoría de casos, suele desaparecer en la edad adulta.

Anomalías cromosómicas estructurales.

En este caso, no faltan o sobran cromosomas, sino que se ve afectada la estructura del cromosoma.

Las principales alteraciones estructurales que se pueden dar son:

Deleción: es cuando falta un segmento de un cromosoma.

Microdeleción: es un caso de deleción, en el que el trocito que falta, es muy pequeño.

Duplicación: es cuando una parte de un cromosoma esta duplicado.

Translocación: es cuando se transfieren segmentos de cromosomas entre sí.

La gravedad, dependerá del tamaño del fragmento de cromosoma afectado y de los genes que contenga.

EJEMPLO:

Si durante la formación del óvulo o del espermatozoide se da una deleción en el cromosoma 5, se produce el síndrome de “Cri du Chat”.

Este síndrome se caracteriza principalmente porque el niño presenta un llanto muy agudo, (como si fuera un gatito). Aparte de esto, el niño suele presentar bajo peso al nacer, falta de tonicidad muscular y retraso mental.

Las disomías uniparentales

Cuando una persona recibe los dos cromosomas de un par de un mismo progenitor, (sin recibir ninguno del otro), entonces presenta una “disomía uniparental”.

Esto puede suceder, bien durante la formación de los gametos, (óvulo o espermatozoide), o bien durante las primeras etapas de desarrollo del embrión.

El fenómeno de la disomía está relacionado con el de impronta genómica. Según sea el origen (paterno o materno), del cromosoma que presenta la disomía, tendremos síndromes muy diferentes. Un ejemplo de esto sería el síndrome de Prader Willi y el de Angelman.

En el caso del síndrome de Prader-Willi, el gen del segmento del cromosoma 15 que falta, es el paterno, (con lo cual, solamente, están activos los genes maternos).

Mientras que en el caso del síndrome de Angelman, el gen del segmento del cromosoma 15 que falta, es el materno, (con lo cual, solamente, están activos los genes paternos).

Esto se manifiesta en características fenotípicas diferentes en cada caso.

Las personas con el síndrome de Prader-Willi, suelen presentar retraso mental moderado, hipogonadismo, obesidad, talla baja y conductas de tipo obsesivo-compulsivo.

Mientras que las personas con el síndrome de Angelman, suelen presentar microcefalia, risa inapropiada, y retraso mental severo.

Existen otros muchos síndromes debidos a alteraciones cromosómicas, pero por cuestión de espacio, no es mi intención comentarlos todos.

Simplemente quería ofrecer una idea general de por qué se producen y cuáles son las características principales de los más comunes, para poder detectarlos lo antes posible y de esa forma, poder ofrecer el tratamiento y los recursos necesarios que permitan una adecuada calidad de vida para éstas personas y sus familias.

Un saludo a todos y hasta la próxima!!

Referencias bibliográficas:

Ballesta, F., Carrió, A., y Oliva, R. (2004). Alteraciones cromosómicas. Consecuencias clínicas. En: R. Oliva, F. Ballesta, J. Oriola y J. Clària. Genética Médica, 129-148. Barcelona. Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona.

Mueller, R. F. y Young I. D. (2001). Alteraciones cromosómicas. En: R. F. Mueller y I. D. Young. Emery’s Genética Médica, 246-264. Madrid. Editorial Marbán, S.L

 

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